Siento publicar tan tarde pero como estoy estudiando y paso mucho tiempo con trabajos y demás, no tengo tiempo. Hoy seguiré Amor gramatical. Espero que os guste.
Besitos! ♡
Amor gramatical
Memoria III
Se dice que a la tercera va la vencida. Aline se despertó pensando positivamente. Era otro día e iba a alejar a todas las personas que fuesen a arruinárselo. Se levantó alegre de la cama y fue hacia la cocina, donde estaba su madre preparándole un té y macedonia de frutos rojos y del bosque. Le dio un beso y empezó a desayunar. Hizo todo lo que hacía todas las mañanas: se vistió, se maquilló ligeramente y se fue. Quiso ir caminando porque tenía tiempo y necesitaba pensar y estar sola. Fue hasta el instituto a paso lento. Como siempre, Claire, Brooke y Amber la esperaban fuera. Quedaban diez minutos para entrar a clase y se quedaron charlando un rato.
- ¿Sabíais que Austin está con la chica más popular del centro? -anunció Claire- ¿Cómo se llamaba?...¡Ah, sí, Katherine!
- Pues la verdad que a mí no me sorprende -respondió Amber como si nada- Desde luego que él no iba a estar con cualquiera.
- A mí siempre me ha parecido un chico muy superficial -soltó Brooke- Lo siento pero es así.
Aline se calló. No tenía ganas de hablar de Austin precisamente.
- ¿Y tú qué opinas, Aline? -preguntaron las tres a la vez.
- Pues no lo sé. De todos modos entremos ya, que ha sonado el timbre.
A primera hora les tocaba la primera clase de lengua española y literatura. "Qué aburrimiento", pensaron. Pero la clase fue mucho más amena y dinámica de lo que esperaban. El profesor se presentó y explicó cómo organizaría la hora.
- Buenos días. Mi nombre es Harrison y, a partir de hoy, seré vuestro profesor de lengua española y literatura -dijo intentando mostrar seguridad aunque en realidad se le veía un poco nervioso- No voy a hacer las típicas clases aburridas donde os dormís o miráis el techo para distraeros. Os haré participar a todos y colaboraréis, al menos, una vez cada día. Quiero que vosotros aprendáis de mí y yo quiero aprender de vosotros. Mi propósito es fomentar vuestra creatividad así como incrementar y pulir vuestros dones.
Harrison se giró para escribir en la pizarra y todos los alumnos se miraron y empezaron a cuchichear.
- ¡Aline, pst!
Aline volteó la cabeza y vio que le hablaba Brandon, un niño que era amigo suyo en primaria. Ella siempre notó que el chico era afeminado y, ese mismo año, en verano, le llegaron rumores de que ya había confirmado que era homosexual. Pero ella con eso no tenía ningún problema, es más, le gustaba la diversidad.
- Ey, hola -respondió apagada.
- ¿Cómo te está yendo el curso? -le preguntó Brandon.
- Pues bien. Aunque Harrison no me cae nada bien.
En ese mismo momento, la sala se inundó de un silencio inmenso e incómodo y Harrison se volvió de golpe. Aline se dio cuenta: todo el mundo había oído lo que acababa de decir. Se empezó a ruborizar de la vergüenza que sentía y el profesor puso cara de desánimo. Al parecer el tercer día tampoco iba a ir mucho mejor. Simplemente porque ya había empezado mal. El resto del día no fue mucho más interesante, porque todo era rutina y monotonía. Pero ese día Aline se sintió muy mal. Quizás empezaba a pensar que la tenía tomada con Harrison y él no lo merecía.
- Buenos días. Mi nombre es Harrison y, a partir de hoy, seré vuestro profesor de lengua española y literatura -dijo intentando mostrar seguridad aunque en realidad se le veía un poco nervioso- No voy a hacer las típicas clases aburridas donde os dormís o miráis el techo para distraeros. Os haré participar a todos y colaboraréis, al menos, una vez cada día. Quiero que vosotros aprendáis de mí y yo quiero aprender de vosotros. Mi propósito es fomentar vuestra creatividad así como incrementar y pulir vuestros dones.
Harrison se giró para escribir en la pizarra y todos los alumnos se miraron y empezaron a cuchichear.
- ¡Aline, pst!
Aline volteó la cabeza y vio que le hablaba Brandon, un niño que era amigo suyo en primaria. Ella siempre notó que el chico era afeminado y, ese mismo año, en verano, le llegaron rumores de que ya había confirmado que era homosexual. Pero ella con eso no tenía ningún problema, es más, le gustaba la diversidad.
- Ey, hola -respondió apagada.
- ¿Cómo te está yendo el curso? -le preguntó Brandon.
- Pues bien. Aunque Harrison no me cae nada bien.
En ese mismo momento, la sala se inundó de un silencio inmenso e incómodo y Harrison se volvió de golpe. Aline se dio cuenta: todo el mundo había oído lo que acababa de decir. Se empezó a ruborizar de la vergüenza que sentía y el profesor puso cara de desánimo. Al parecer el tercer día tampoco iba a ir mucho mejor. Simplemente porque ya había empezado mal. El resto del día no fue mucho más interesante, porque todo era rutina y monotonía. Pero ese día Aline se sintió muy mal. Quizás empezaba a pensar que la tenía tomada con Harrison y él no lo merecía.
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